El modelo se presenta en plástico inyectado con un buen troquelaje, sin rebabas, pero con piezas muy deformadas, lo que implica muchas dificultades de ajuste, sobre todo en los encastres alas/fuselaje lo que produce un incorrecto diedro negativo que hay que corregir enmasillando generosamente y forzando el ángulo correcto a base de utilizar un peso adecuado durante el secado del pegamento. Y luego, horas de lijado.
El encaje del frontal circular del motor con el fuselaje tiene también mal ajuste al no coincidir dicho frontal con la incorrecta forma ligeramente ovalada que toma la parte delantera al montar las dos mitades del fuselaje. Las trampillas de las ventilaciones del motor, situadas en el morro, vienen cerradas y hay que trabajarlas concienzudamente para conseguir un efecto realista. En consecuencia, hay que construir y añadir un panel interior de fondo para evitar ver el hueco de la cabina a través de dichas aberturas.
Las patas del tren de aterrizaje principal, las ametralladoras y el tubo pitot se han sustituido por tubos de diversos calibres (agujas hipodérmicas, microtubos, etc.) para conseguir un efecto más real, que las burdas piezas de plástico del kit no consiguen. Como la escala permite y requiere bastante detalle, es preciso añadir también los cables que permitían el repliegue manual (a costa de que el piloto tenía que dar ¡44 vueltas de manivela! ) del tren de aterrizaje.
Del mismo modo, mediante pequeños trozos de microtubos encamisados y lubricados se construye el eje de la hélice para conseguir que esta gire libremente, efecto que no viene previsto en el kit original.
La calidad y detalle de las piezas suministradas en resina es muy buena, aunque muy delicadas de manejar, sobre todo las correspondientes al colimador.
Las pocas calcas que requiere el modelo seleccionado (los dos numerales de ambos lados del fuselaje y la insignia del “seis doble” de la deriva) son muy buenas, aunque a costa de que para que resulte un buen resultado final, estan impresas en un soporte muy fino y delicado de manipular.
Las instrucciones son muy parcas. Por ejemplo, no está indicado claramente a qué distancia de referencia debe colocarse en la cabina el panel de instrumentos y hay que documentarse con publicaciones especializadas. Lo mismo sucede con la pintura.
Por lo demás, con algo de paciente trabajo y aportaciones extras, puede conseguirse un resultado satisfactorio.
Los detalles de ambientación se han construido con figuras de Tamiya utilizando las del kit de la tripulación de un carro de combate soviético, procediendo a la “semi-decapitación” del piloto que lleva gorro de vuelo para añadirle las gafas y la parte superior de dicho gorro, procedentes de un kit de accesorios de cascos sueltos en resina, de la casa Aires.
Los bidones y accesorios son de Italeri y Tamiya. El mapa que están consultando las figuras está realizado con un programa de dibujo por ordenador. El paracaídas que se apoya en el plano de cola está construido con masilla e hilo de cobre y los atalajes, con láminas de aluminio procedentes de una lata de cerveza.
Para la pintura de las figuras, interiores de la cabina, accesorios de ambientación y otros pequeños detalles, se ha utilizado la pintura acrílica de Games Workshop/Warhammer, previa imprimación.
Para el modelo se ha utilizado básicamente esmalte mate de Humbrol, modificando los colores básicos en algunas zonas con mezclas con otros colores de la misma marca para conseguir los diferentes efectos y texturas. Y para el acabado final, se ha empleado barniz acrílico mate.
Ambientación:
El diorama representa un aparato de caza del Grupo 21 (Moscas), y en concreto el CM-193, pilotado por el jefe de la 3ª Escuadrilla de dicho grupo, el capitán de las Fuerzas Aéreas de la República Española (F.A.R.E.) Francisco Tarazona, que está estudiando un mapa con otro célebre “cazador” republicano: José Mª Bravo. La escena se sitúa en un día de diciembre de 1938 y en el aeródromo de campaña que estuvo ubicado en El Vendrell, (Tarragona) durante la Campaña de Cataluña, cuando la caza republicana se batía en retirada con los Messerschmitt 109 y Fiats CR-32 “Chirri”, que les acosaban desde los aeródromos de la zona de levante y Aragón.